En determinadas situaciones, los conductores han de optar por resoluciones definitivas, como es el estacionamiento en un parking privado, con vigilancia las 24 horas y con un entorno tan apropiado para los coches como para las personas. Un garaje vigilado en Zaragoza pondrá las cosas mucho más fáciles a todas aquellas personas que deseen adentrarse en la capital de Aragón. Los conductores encontrarán muchas y muy diversas posibilidades en espacios especialmente dedicados a ellos, pero también a los acompañantes. En todo momento, las personas que caminan por lugar, deberán tener posibilidades para encontrar en poco tiempo, y sin ninguna duda, las salidas, entradas o accesos correspondientes.
Esto es importante para hacer que las instalaciones sean no solo prácticas, sino también cómodas. La luminaria, la vigilancia... todo juego en favor de los clientes y en contra de los ladrones. Jamás podrían estos cometer sus delitos en garajes convenientemente vigilados. Por eso recurren a zonas exteriores... zonas en las que a buen seguro no hallarán fácilmente aparcamiento. En el caso de no encontrarlo se desplazan a zonas retiradas, a solares o barrios conflictivos, con lo que se multiplican las posibilidades no solo de robos, sino también de actos vandálicos que pueden tener desagradables consecuencias para los propietarios de los vehículos. No deben admitirse acciones de este tipo, siempre que puedan evitarse.
En Zaragoza podrá lograr también ahorrar combustible, ya que con un parking, con una plaza asignada en él, se podrá sin duda aparcar renunciando de una vez por todas a la incómoda y antieconómica práctica de circular con el coche para buscar cualquier zona. Incluso la zona azul no está libre de robos, pues se trata al fin y al cabo de un estacionamiento en la calle, siempre un lugar peligroso y en el cual el coche puede sufrir problemas también originados por los factores meteorológicos.